Hemos estado muy atareados estos días atrás con la
presentación de la 2ª edición del barómetro
de la conciliación – Índice efr, la correspondiente a 2018, a cuya
presentación seguro que algunos de vosotros, nos habéis acompañado en la sede de Cepsa, en su flamante rascacielos
que ya forma parte de este nuevo skyline del norte madrileño.
Los resultados más sobresalientes se pueden observar en esta
infografía que os compartimos, si bien, si os gustan los datos, los números, la
econometría, las mates,… podéis descargaros la versión resumida o completa del informe en la web barometroconciliación.org.
No voy a realizar en este post un sesudo y pormenorizado
análisis de la información, pues tratándose de 91 indicadores, 12
supraindicadores, 2 subíndices y 1
índice, necesitaría de 40 días y 40 noches,… y no es plan!
Sólo me referiré por tanto, a la conclusión de conclusiones,
a lo que ha sido el comentario en medios de comunicación, pasillos y corrillos
tras la aludida presentación.
Los datos objetivos, el denominado Índice efr, muestra una
tendencia claramente de mejora, la mayoría de los 91 indicadores mejoran y
algunos de ellos muy significativamente.
Pero claro, siempre con los peros,..
El barómetro de la conciliación incorpora también una encuesta de percepción del estado de la
conciliación por la ciudadanía, y aquí los resultados ha sido… nefastos!.. Ha empeorado algo más de un 10%,
lo que sumando a decrementos anteriores nos permiten concluir sin temor a equivocarnos
que la opinión, la percepción, las expectativas de la peña, parecen no estar alineadas
con la información objetiva, es más caminan … en sentido contrario!!
Y la pregunta lógica es.. ¿por qué?
Muy fácil, a mi entender…
Nos han vendido la moto de que podemos (y debemos, pues si no
cambiamos la Carta Magna y listo) conciliar como los suecos, pues no somos
ciudadanos europeos de segunda, y eso sí, pagar impuestos como los
norteamericanos. Así, cuadrando el círculo, y esto ha llegado a la
calle con la connivencia de algunos medios de comunicación de corte más
populista , la gente dice y ¿qué hay de lo mío? Las expectativas están muy
altas, y los gobiernos son muuu malos, y claro en éstas estamos!!
Os cuento… Conciliar
12 años después de haber iniciado este proceso (algo habré aprendido), es
básicamente un asunto de PEDAGOGIA.
Si, pedagogía con mayúsculas,…
Ya no basta con mejorar los permisos parentales o la
asistencia a la dependencia, es necesario decirle a la peña que debe madurar
por un lado, y por otro que sus expectativas deben estar “acotadas”, pues no
es posible instaurar un estado de bienestar tipo nórdico en nuestro país por
mucho que lo diga el político de turno. Cuando uno trabaja asume nuevas
responsabilidades y deja algo por el camino, lo mismo cuando decide tener
pareja , más aun cuando decide tener familia … Por supuesto que las cosas
cambian c´est la vie!
Y no es posible por muchos factores:
- Nuestra deuda pública es del 100% del PIB. A pesar de crecer al 3% seguimos en déficit público que continua incrementando la deuda.
- Tenemos unas capas de “pobreza” superiores al 10% de la población (más de 5 mm), que no sólo no pagan impuestos y contribuyen, si no se precisa de servicios de todo tipo. Esto no sucede en Nordilandia!
- No queremos aumentar nuestra presión impositiva porque ya es altísima y constriñe cuando no estrangula el crecimiento que por otra parte es necesario para generar incremento del PIB.
Por todo ello,
Decidle a quién podáis y se deje: “Esto no está tan mal,
claro que depende de con quién te compares…”
En cuanto arreglemos el problema del empleo, y ya le queda
muy poco, deberemos mejorar el del salario, y a partir de ahí podremos mejorar
algo la parte asistencial, pero poco, no nos engañemos.
El nuevo permiso parental paritario (vaya juego de palabras)
nos va a costar más de 3.500 mm de € que habrá que sacar de….. Hombre si lo
habéis adivinado!!!, del IRPF de las clases medias. Si, again!
Conciliator 2.0 has been here!
Que la fuerza os acompañe!