Me quedo en casa sin ir a la
oficina.., así tan pancho!
Nuestro plan 2020, para el
teletrabajo, trabajo flexible, smartworking, home office o cómo queráis
llamarles los de RRHH, recoge este titular para tratar de describir el último
paso o episodio en la vida de un Conciliator 2.0.. Romper las inercias y la
resistencia al cambio. No hay que ir a la oficina por defecto o por costumbre!
Generación, tras generación,
década tras década… Hemos contemplado el proceso en nuestros abuelos y padres.
La secuencia mañanera acababa en un padre y/o madre que se enfundaba en un
traje de trabajo y se iba a la fábrica u oficina. Esto ha producido mutaciones
en las secuencias helicoidales de nuestro ADN, y por tanto, no es que forme
parte de nuestra cultura, forma parte de nuestra genética!!
¡¡Pero los tiempos han cambiado,
nuestros abuelos trabajaban en el campo, nuestros padres en las fábricas,
nosotros en oficinas y nuestros hijos…. teletrabajarán sin duda!!
¡Lo más complicado de
teletrabajar, no es tener la tecnología apropiada, tampoco un anexo al contrato
que lo recoja, ni un lugar más o menos confortable y saludable, lo difícil, lo
verdaderamente difícil es CREÉRSELO de verdad!!
Creer que puedes, creer que vas a
aportar lo mismo si no más, a tu empresa, y que además tu salud, la movilidad y
el medio ambiente lo agradecerán.
Si, ya sé que se pierde conexión
emocional, para ello está el ir a la oficina un día o dos a la semana, para
comprobar que todo sigue allí, incluyendo el atasco y volver a tu morada.
¡Mis amigos y amigas coinciden de
pleno! Soy mucho más productivo/a, saco el trabajo mucho más rápido, pero qué
difícil es al principio. Estás todo el tiempo autojustificándote por estar en
casa, pides disculpa hasta el conserje de tu casa, no te digo ya a tu jefe, ¡te
sube hasta la tensión arterial!
¡Bueno! ¡¡Este es el proceso
lógico de aprendizaje y de acomodación, no pasa nada, dura entre 1 y 3 meses,
la peña no suele palmar y una vez superado, son todo ventajas!!
Mañana o el próximo lunes,
pensad: “Me levanto, me ducho (esto no dejéis de hacerlo ni siquiera por Greta
ni la ecología), desayuno, me siento en mi sofá, y …. comienzo a trabajar”.
Porque para trabajar hoy en día,
en muchas empresas y en muchas posiciones, no se necesita una oficina física
tradicional como la concebimos. Sólo se necesita un PC / Smartphone y muy muy
importante, saber lo que tengo que hacer cada ejercicio, cada trimestre, cada
mes y cada semana y … claro, aquí está el lío padre, ¡para mucha gente trabajar
es acudir a un lugar físico y esperar a que le manden algo.... si tienen a bien!!!
Haz esto o aquello, en una
evidente falta de responsabilidad y madurez, pero no de la persona, sino de la
empresa que lo consiente, lo permite, lo genera, lo ampara y lo defiende.
Conozco cada vez a más personas
que nos siguen, no somos legión, pero lo seremos, nos avala el sentido común y
todo lo demás,… también!
Tú, podrías trabajar desde tu
casa o donde quieras sin necesidad de acudir a la oficina.
Si es así, súmate al desafío
conciliator, porque Conciliator 2.0 has been here!
¡Que la fuerza te acompañe!