Me gustaría comenzar
diciendo que todos (y no sólo las mujeres) debemos mucho al feminismo que ha
luchado por la igualdad de derechos entre ambos sexos, pero como ocurre con
otros “ismos” (ecologismo, sindicalismo) se me está quedando un tanto
trasnochado ¿será que me hago mayor y menos combativo?
Nuestro avatar de hoy es
una mujer feminista cuyo rasgo más característico es… ¡Qué es ‘muuuuuuuy’
pesada!
Especialmente con el uso
del lenguaje, pero en general distorsionando todo su alrededor para presentarlo
como lucha de sexos.
Que los tíos somos una
subespecie homínida no lo duda nadie. Que nos separan de las mujeres milenios
de evolución tampoco, pero de ahí a estar todo el día con la cantinela…
Porque antes ibas a un
mitin o salía en la tele una feminista y para empezar las veías venir, llevaba
un poncho, el pelo a machete, siempre pantalones… Y tú como homo erectus (lo de
erectus no es por ser bípedo sino trípedo, ya me entienden, que esta revista es
muy fina y no me puedo comprometer) cambiabas el canal buscando la Champions
League que es lo que hacemos siempre y listo.
Pero claro…. Primero que
ya no es tan fácil identificarlas. Ya pueden vestir de Armani o de Zara,
resultan poco llamativas, pero a la que te descuidas… ¡zas!
Que si compañeros,
compañeras, que ganamos más pasta, que no progresan porque hay una corte de
tipos machistas maquinando, que si… que si….
Esto les pasa por
pensar… Los tíos con una cerveza y un buen partido ya nos parece bien el mundo.
No tratamos de cambiarlo y, mucho menos, culpando a las tías.
En relación a la
conciliación, la feminista coñazo/a presenta algunas singularidades:
En el fondo les interesa
muchos más que los tíos no conciliemos. Que lo hagan ellas. Tener tiempo para
sí, para hacer deporte, para formarse, para estar con los suyos… Todo queda en
una segunda derivada. La pregunta es ¿y
éstos? ¿Les va peor, no? ¿Estarán jodidos, no? Sería algo casi como “sólo me
interesa conciliar si consigo con ello que los tipos vivan peor.
Yo que conozco bien a
los tíos, créanme, si a algo no quisiera parecerme es…. ¡a un tío! Es como
estar en un escalón evolutivo superior y querer ser más primate, más tío,
volver a cerveza y fútbol, preocuparme por el nuevo orden mundial, el
desarrollo sostenible o la geoestrategia en lugar de…. eructar e insultar a los
árbitros[1]
Volviendo a su rasgo más
característico, su metalenguaje. Es verdad que puede resultar cool e
irresistible para los políticos, pero el los/las o la @ ¡es un coñazo/a!
Además a ustedes deben
acostumbrarse a otras expresiones como acción positiva, léase vamos a echarle
morro y putear un poco a los tíos. Brecha salarial: a ver cómo podemos ganar más pasta a coste los
tíos. Techo de cristal: a ver cómo podemos
promocionar a coste los tíos. Perspectiva
de género: o ves el patio y la película
como yo te diga y a costa de los los tíos o nada. Y otros muchos más que forman parte ya de
nuestro acervo lingüísticos.
A mí me valen todas,
pero por lo que no paso y voy a constituir una ONG para defendernos a todos y
todas es … ¡LA PRESIDENTA! ¡Que no! Que esto no es moderno, ni progresista ni
sensible ni…. ¡Es una burrada! El sufijo –ente no TIENE GÉNERO. Sólo (el pobre)
indica acción del verbo que le precede así:
·
Presidente, el que / la que preside
·
Estudiante, el que / la que estudia
·
Y así hasta… el infinito y más allá.
No podemos decir la
presidenta, de la misma forma que no podemos decir capilla ARDIENTA, ni la
AGENTA de policía, ni la PACIENTA que está en la sala de espera.
Queridos/as feministas
coñazos/as, tenéis todavía un largo camino por hacer. Los tíos somos
unicelulares. Sed pacientes. O ¿es ‘pacientas’? ya no estoy seguro…
Cierto que no hay que ser tremendistas en nada, pero precisamente dice la RAE que los sustantivos terminados en "-ente": "funcionan en su gran mayoría como comunes [...]. No obstante, en algunos casos se han generalizado en el uso femeninos en -a, como clienta, dependienta o presidenta."
ResponderEliminarRecuérdese que la RAE tiene como misión fijar usos ya extendidos, lo que implica dar carta de naturaleza a lo que el hablante ha consolidado en su lengua viva. No es moderno ni "cool": es un uso real y vivo.
Que se lo digan a Clarín con su "Regenta" :-)
Estas más que feministas son "hembristas"...que es lo mismo que el machismo pero aplicado a las mujeres. Eso sí, no estoy para nada de acuerdo con que los hombres somos inferiores y que nos gusta la cerveza y el fútbol solo...me parece un insulto a nuestra dignidad, así que discrepo enérgicamente con tu opinión. Hay de todo, pero no es bueno generalizar ni poner etiquetas ni estereotipar...siempre hay términos medios, a pesar de que quien destaque siempre sean los extremos que constituyen una "ruidosa minoría".
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