Ya introdujimos este avatar al
describir en aquella ocasión a women to the edge of a nervous breakdown, ¿se acuerda? Mencionábamos a un Güevazus
como un más que posible compañero de nuestra atacada heroína, concluyendo que
resultaba ser una “pareja de baile” un tanto singular.
En el día de hoy, profundizaremos
un poco más en este avatar, auténtico eslabón perdido entre el homo antecessor
y el homo heidelbergensis y por supuesto muy alejado todavía del homo sapiens y
del homo habilis.
De hecho se conoce la existencia
de homo güevazus desde hace muchos años, ya que en la Gran Dolina de Atapuerca
se encontraron restos inconfundibles de nuestro avatar de hoy, que por cierto, no
precisaron de la prueba del carbono 14 ya que eran inconfundibles.
Junto con los restos óseos
encontrados había una lata de cerveza y una bufanda del equipo de piedrofútbol
de la época.
La posición de los restos tampoco
daba lugar a duda, se encontraban en decúbito supino, ni echado ni sentado,
como una especie de recostamiento sofaliano, restos de cacahuetes en los
dientes y la mano derecha como entreabierta. El espacio que presentan todos los
restos de homo güevazus entre el pulgar y los otros cuatro dedos, se pensó que
podía ser porque albergaba alguna arma defensiva de unos 7-8 cm de diámetro
tipo una lanza o un bastón defensivo. Estudios más recientes han concluido que
el espacio entre los dedos se corresponde con exactitud con el de…….¡una mahou
o cruzcampo!
Las características comunes o
todo güevazus son su pasión por la cerveza con alcohol, el fútbol, los colegas,
la comida y las mujeres, en este orden, que se puede ver alterado en
circunstancias fisiológicas muy concretas para de nuevo volver a su orden
“natural”.
Homo güevazus es un varón que
empieza a comportarse como tal muy pronto, en algunos casos a partir de los 14,
y que prolonga su actividad hasta bien entrados los 150.
Homo güevazus concibe la
conciliación como una posibilidad de incrementar sus actividades favoritas, es
decir más tiempo para las cañas con los amiguetes o para en lugar de llegar a
casa a ver el partidito, llegar 2 horas antes y ver el interesantísimo “previo
Eurocopa” que incluye incluso entrevistas en la calle a hinchas que llevan
borrachos 48 horas y son capaces de hacer inteligible un eructo, o la
concienzuda disertación de un ex futbolista acerca de si el doble pivote nos
traerá más penas que alegrías.
De conciliar para estar más con
su familia nada de nada y si se trata de echar una mano en labores domésticas ¡ni
te cuento!
Homo güevazus es sin lugar a
dudas un espécimen singular, poco peligroso en sus hábitats naturales que puede
tornarse agresivo ante la falta de cerveza, por lo que aconsejamos al resto de
avatares que comportan sus vidas profesionales o privadas con ellos, tener una reserva
adecuada de fermento de cebada y adecuada, no es menos de 120 hectolitros.
Si usted ya tiene un homo
güevazus en su vida, tampoco se desespere, comprenda que funcionan mejor con el
refuerzo que con el castigo y si usted duda de cuál puede ser el refuerzo es
que no ha entendido nada.