El término machacator viene de la
acepción “be una machaca” y responde a ese porcentaje de la población que no es
que haga un deporte, es que vive para el deporte. Todo en sus vidas gira, se
ordena y planifica en función de su actividad deportiva.
Pensarán ustedes que estamos ante
un avatar joven o, incluso, extremadamente joven y no es así. Obviamente hay
machacators jóvenes pero, la crisis de los 40 y la aparición del fenómeno del
fondo y del ultrafondo, ha hecho seguir
este concepto y arrastrarlo hasta el final de nuestra etapa laboral. Y, si bien,
es verdad que a partir de los 60 los machacators están contemplados como
especie de especial protección.
Una de las características clave
de los machacator es su obsesión por la salud y en particular la nutrición.
Son capaces de recitar el
contenido calórico de cualquier cosa que tengas en tu tenedor para amargarte el
‘papeo’, el contenido de grasas insaturadas y de LD colesterol y no sé cuantas ‘madangas’
más, y obviar lo que cualquier profesional de la medicina dice al respecto: “la
actividad deportiva moderada combinada con una alimentación mediterránea rica y
variable es el secreto de una vida sana y prolongada”.
Pero amigos, dicen moderada, 2-3
veces a la semana por períodos de 30’ – 60’. No 7 días por semana 2- 3 horas
cada día como asumen los machacators. Este tipo de actividad sólo debería
concebirse en un deportista de élite que ha tomado esa decisión conociendo y
aceptando sus riesgos y valorando la compensación que ofrece el deporte de
élite, ¿pero cuántos machacator son deportistas de élite, entendido como que
pueden vivir de ello?
Estamos hablando de ese cada vez
más numeroso grupo de runners, triatletas, maratonianos, ultrafondistas, etc,
que no viven de su deporte sino que necesitan trabajar pero eso sí, como único
medio para poder seguir siendo machacas.
No sé si para ustedes resultan
familiares términos como media marathon, iron man ultraraids, carreras non
stop, kilómetro vertical… pero sino os aseguro que se trata de “barbaridades”,
poco saludables, algo así como correr 100 km, con más de 8.000 m de desnivel en
40 horas ¡non stop! con temperaturas extremas ¿les hace?
A mí lo que más me molesta de los
machacators es que ya jamás puedes ‘poner en valor’ una hazaña tuya del tipo
”Me he ido con la familia a hacer una
marcha en bici ¡con un aire de cara! El tipo te mira y te dice vaya, vaya… ‘si yo el año pasado en el desierto del Gobi
también sufrí en la bici, recuerdo que fue una travesía a más de 35 grados por
el día y a menos 15 por la noche, eran 300 kms, se me pinchó la rueda y anduve
con el hierro directamente, si allí donde al polaco se lo llevaron dos buitres
leonados cuando paró a mear’... vamos que tú te guardas la fotico de la blackberry
con la familia vestida de ciclista, que bien mirado damos pena, no artículas
palabra alguna y sólo te atreves a pensar... ‘Para esfuerzo cuando me vomitó la pequeña en la cuesta y mi mujer me
recriminaba que era por mi culpa’. Esa sí que es situación difícil y no la
del polaco de los co…
Y como ven la conciliación los
machacators…
Pues muy fácil. Como para ellos
la vida y el trabajo es aquello que gira y alrededor de su actividad principal
o, lo que viene siendo el deporte, la conciliación es poder entrenar todos los
días 2-3 horas y también dormir. A levantarse las 6 – 6:30 a.m. . Mal comer un
sándwich porque hay que entrenar o nada o lo que sea… Total que todo el día
agotados y de viajes de ‘curro’ nada de
nada que ese día no podré entrenar.
Y luego viene las competiciones,
que si tengo un ultraraid en Eslovenia, que si no sabes tú lo que tardo en llegar
al Matagrosso para hacer la carrera de orientación, que si necesito más
vacaciones, que si… Total que toda la conciliación les parece poco y es que
cuando se practica algo con tanta intensidad todo lo demás incluido el trabajo…
perturba!
Por último, sólo algunas pautas
para reconocer si su compañero o compañera de al lado es un machacator al uso.
Ofrézcale algo de chocolate, un
heladito o unas galletitas… esos manjares que el común de los mortales nos zampamos
a la que te descuidas… si lo rechazan
vamos en buena dirección. Ante la duda,
invítelos a comer. Si no pasan de la ensalada, el plato de pasta y el yogur
vamos mejor, y si, por último, tiene menos grasa en su organismo que una
botella de fairy, si al tratar de cogerles un michelin lo que atrapas es el
bazo o un riñón… no hay duda: usted convive con un / una machacator.
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