Nuestro Gobierno acaba de crear un impuesto a la solidaridad y a la bondad….. O como ser un ciudadano responsable, puede salirle caro!!

El planteamiento derivado de la entrada  en vigor del Real Decreto Ley 16/2013 de medidas para favorecer la contratación estable y mejorar la empleabilidad de los trabajadores es claro y evidente.

Yo, Gobierno, (de uno u otro color), Yo, Estado, no soy capaz de cubrir buena parte de las necesidades en materia de conciliación, a diferencia de otros países como los renombrados nórdicos o centroeuropeos.

Como  consecuencia, las personas y la sociedad “sufre” y lo hace en mucha mayor medida que en otros países europeos.

Algunos, bien pensados, hemos invitado e insistido a las empresas privadas en que cubran, aunque parcialmente, estas carencias, llamando a su corazón. Y a eso lo solemos denominar RSE.

Cuando conseguimos convencer a algunas empresas que actúen de “estado”, ayudando a sus empleados a conciliar más,... hete ahí que se entera el del fisco y sacude un 40% de mordida a esta bondad.

En resumen, Estado no hago (¿por qué no puedo?) y espero a que otros en ejercicio de su solidaridad lo hagan, para en ese momento aplicarles una tasa a su generosidad. ¿Qué les parece?

Mi organización a pesar de todo va a seguir conciliando, pero lo digo bajito por si se entera “recaudator” no vaya a ser que nos cobre por ser algo más felices y mejores personas.

Por cierto, esto será de aplicación también para los políticos... Ya saben, ese café que se toman por debajo del precio de mercado, ese Ipad, esos días adicionales de vacaciones, el acceso preferente al Club de Campo...

¿Y en el caso de los funcionarios que el empleador es el Estado? ¿Quien va a pagar guarderías, agencias de viaje, moscosos, ayudas de todo tipo…? ¡nos va a salir caro!.

Y por último... No dudo de que exista en esto un abuso como en otras tantas cosas. 

¡¡¡Arréglenlo que para eso les pagamos!!!