Yo llegué a este función o
profesión... hace 9 años.
Cuando uno ha tenido otras
experiencias profesionales se plantea más cosas……….ve el asunto con algo más de
objetividad digamos que no está “tan contaminado”.
Tengo ya algunas conclusiones que
compartir...Tratar con personas, ser el líder de las personas en una
organización parece una excelente forma de trabajo……..Me resulta envidiable
esta profesión, aunque tampoco seamos muy naif…..es una profesión no un
¡proyecto de vida!
Cuando me pregunten por si es
fácil o difícil ser el Dtor / Dtra de RRHH de una organización, yo suelo
responder que es ¡¡facilísimo!!
Buscar a los mejores, incorporarlos,
y pagarlos mejor que al resto.
No hay profesión que se pueda
resumir mejor y de forma más sencilla.
Si yo pago (retribuyo, compenso,
etc) más y mejor a los mejores, primero éstos se comprometen y nos proporcionan
más resultados, segundo genero equidad y efecto ejemplarizante y tercero,
enseño el camino (a veces la puerta) o los peores, con lo que en 10 años soy
una organización bandera, una absoluta envidia ¿así de fácil…?
¡Ni de coña marinera! ¡Tenemos un
pifostio montao de padre y muy señor mío!
¿Y por qué? (que daño nos ha
hecho el Mourinho)
Porque aquí todo el mundo miente
como bellacos. Porque estamos instalados en la mentira más absoluta. Porque la
mentira es la norma y no la excepción…
Esto complica notablemente el
trabajo de RRHH hasta en ocasiones hacerlo imposible.
Si el Dtor / Dtora de RRHH
tuviera una máquina de la verdad… (y funcionara claro) podría trabajar de 9 a
14 horas sin problemas, y sin equipo,..
Pero como aquí miente del primero
al último y miente también la empresa y mienten los políticos y mentimos a
nuestras parejas y nuestros hijos, y…. Necesita trabajar de 8 a 20 horas con un
equipo de 20 personas, y ¡ni aun así! Alguien (científicos de todo el mundo!)
deberían calcular el coste de la mentira en nuestras sociedades.
Sobre la importancia de la verdad
quiero escribir más adelante, porque esta si que da para tres libros, y para
profundos análisis psicológicos y sociológicos.
¿Y por qué mentimos?
¡Ahí es nada! ¿eh?
Mentimos cuando nos socializamos.
Los niños a partir de 4 – 5 años ya mienten y a partir de 6-7 gestionan la
mentira en algunos casos como auténticos maestros.
Al mentir generamos dudas y
escasez de confianza! Y si además no podemos decirle a nuestro interlocutor que
miente más que alienta un tocino, pues estamos perdidos.
¿Qué nos queda?, mentir nosotros
también, (que dicho sea de paso no hay que presionarnos mucho) y ya está liada
padre.
Las relaciones laborales están
basadas en la mentira y a partir de ahí…lo que queráis el feedback, la evaluación
del desempeño, la gestión por competencias, etc. ¿de qué sirven?
Pero, ¿por qué? Si vamos a seguir
mintiendo, de nada sirve.
Se avanza mucho más con un
sencillo ejercicio de comprometernos o no mentirnos por los menos en algún
ámbito de nuestra actividad, que con herramientas de RRHH de nombres ingleses
que no sirven para nada.
¿Por qué es tan difícil ser de
RRHH?
Porque mentimos más que alienta
un tocino, así en inglés!
Y mientras sigamos mintiendo esta
profesión será muy compleja!
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