Esta crisis nos ha robado unos millones de puestos de
trabajo, varios puntos de PIB, nos ha empobrecido... Pero sin duda, los mayores
efectos son los intangibles, o más difícilmente cuantificables, como el impacto
sobre nuestra salud física, psicológica y emocional.
En este último apartado, el más emocional, ya no tengo duda,
nos ha vuelto mucho más pesimistas, tristes e infelices.
Uno lo aprecia mejor cuando toma un poco de distancia... Me
refiero a distancia espacial, ya que todavía no manejo lo de viajar en el
tiempo…
Cruzas el charco y todos siguen más o
menos igual, pero esta España está seriamente dañada, se encuentra
apesadumbrada.
Hoy por razones obvias me detengo un poco más en la Navidad.
Más allá de creencias, todo el mundo se siente conectado por una emoción
compartida de solidaridad, apoyo, familia, etc ¿se siente o se sentía?
Ya no es que hagamos menos regalos “corporativos”, cosa que
es respuesta lógica a las restricciones que tenemos impuestas, si no que, y
esto es lo peor, no nos deseamos una sincera
¡Feliz Navidad!
Cuando yo era más joven o incluso tan sólo hace unos años,
la Navidad nos transformaba para bien!
Existía un firme deseo de ser mejores aunque fuera sólo por
unos días….
Las emociones se crean y se comparten y no necesitan de que
el PIB les acompañe.
Resistámonos,…..no al efecto manada!!!
FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!!
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