Esta es nuestra visión y nuestra propuesta acerca de la conciliación en España y que hemos enviado a los diferentes partidos políticos:
¿Qué es?
La conciliación es un cómo, es una
estrategia que permite conseguir resultados. Una herramienta de gestión que
bien aplicada permite avanzar en la solución en el conflicto entre lo
profesional y lo privado.
En Fundación Másfamilia, hablamos ya de
la tercera generación de la conciliación. Sin embargo, en el ámbito de las
políticas públicas y sobre todo los partidos políticos no vemos esta evolución.
Consideramos que es una excelente
oportunidad para que un partido como el suyo incorpore esta visión moderna y
exitosa que es la que las organizaciones más avanzadas ya utilizan.
Ubicaríamos la primera generación a finales del s. XX. El hito político es la
promulgación de la Ley 39/99 con el Gobierno de José Mª Aznar. El foco es la
maternidad ahora. Conciliación al servicio de la familia y muy especialmente de
la maternidad en sus primeros años de vida 0 a 6. Esto era la “utilidad
pública” de la conciliación.
Es obvio que este era el principal
reto, no andaban desenfocados. Este es nuestro origen, Fundación Másfamilia.
La segunda
generación comprendería un espacio cronológico de 2004 hasta nuestros
días.. El hito político es ahora la Ley 3/2007 de igualdad efectiva entre
mujeres y hombres con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
La conciliación al servicio, casi
exclusivo, de la igualdad. Sólo me interesa la conciliación que proporciona
igualdad, el resto parece no existir.
Es aquí donde se encuentra la sociedad
y los partidos políticos, obviamente con más o menos enfoque en una u otra en
función de su ideología. No hay partido que tenga un relato coherente, moderno
y avanzado. Es la oportunidad.
Tercera
Generación.
Cuando entendemos la conciliación pegada a la persona y su diferencia. No en lo
que nos hace iguales sino en lo que nos hace distintos. Edad, sexo, cultura,
nacionalidad, ideología, credo, práctica deportiva, ocio, voluntariado,
aficiones, etc. No hay dos casos iguales en este enfoque.
La conciliación es transversal.
Por tanto, cuándo a un partido político
le pregunten de conciliación no debería encasillarla en permisos parentales, ni
en políticas de igualdad, mi conciliación es crear una sociedad más equilibrada
con hombres y mujeres trabajando y teniendo vidas más plenas y exitosas.
La conciliación adquiere un rol mucho
más trascendente, tiene que ver con ser mejores personas, además de mayores
profesionales.
Conciliar no es salir a las 5 de la
tarde, no es proteger la maternidad, no es apoyar a la mujer,… conciliar es
mejorar la calidad de la vida de TODOS y TODAS respetando sus proyectos de
vida, las dimensiones pública y privada.
Modelos públicos en conciliación
Dos grandes modelos, ambos funcionando y
generando resultados, y en medio, toda una gran gama de grises.
En un lado, el modelo social demócrata europeo, especialmente norte de Europa,
aunque Alemania y Francia estarían más cerca de este modelo que los países del
sur (España, Italia, Portugal y Grecia)
Altos estándares de protección social
prestados desde el sector público (con alguna excepción como el cheque Borloo
francés) y que se financia con altos impuestos.
En el otro lado, el modelo liberal anglosajón con EE.UU como
principal exponente. Aquí el Estado traslada parte, buena parte, de los
servicios de conciliación al sector privado, a las empresas. Es mucho más
económico obviamente, más eficiente. Por definición, el sector privado es más
eficiente que el público.
Para que éste funcione necesita de una
condición adicional. Un mercado de trabajo muy dinámico y flexible donde las
empresas buscan “luchan” por el talento que a su vez es exigente.
Algunos indicadores funcionan mucho
mejor en el primero como la igualdad entre mujeres y hombres en la empresa. Otros,
como la tasa de natalidad lo hacen mucho mejor en el segundo.
Nosotros reclamamos que los partidos
políticos definan qué modelo es el que desean para España con sus precisiones y
condicionantes. De esta forma podremos discernir y elegir.
Sabemos que por nuestra ubicación en la
UE, y sobre todo por la ideología imperante, el modelo a seguir a España es el
nórdico y centro europeo. Calculemos primero y digamos después a los ciudadanos
cuánto cuesta la conciliación nórdica. Sólo un “ligero empujón” en el permiso
parental hasta las 24 semanas nos exigiría unos 40.000 mm € adicionales.
España a diferencia de los países
nórdicos, que son muy homogéneos con una clase media muy potente, tiene amplias
capas de población, (muchos millones) en situaciones vulnerables, a los que para
ayudar, no hay que hablar de
conciliación, sino de vivienda, alimentación, etc. Y esto no va a cambiar a
largo plazo.
¿Qué incremento de IRPF o indirectos
necesitaríamos para alcanzar la conciliación sueca o danesa? 10, 15, 20 puntos,
… si el déficit público y la deuda continúan bajo estricta vigilancia de las
autoridades nacionales y de la UE no quedaría otra.
¿Cuál es la única solución a nuestro
entender?
- Tender muy paulatinamente con el
défict y la deuda como factor limitante, a un modelo nórdico con mayor
protección y servicios de conciliación, según vayamos creciendo
económicamente y teniendo “excedentes” que particularmente no serán muy
significativos.
- Apoyarse
en la iniciativa privada, en la empresa privada. Este es quizás el factor más
desconocido y exitoso!! Muchas empresas en busca de un posicionamiento en
materia de RSE y de RRHH como buen empleador, se están lanzando a asumir
“contra su cuenta de resultados” la conciliación que el Gobierno no da, no
proporciona.
Son ya 500 empresas efr que sin ningún
tipo de apoyo público tienen medidas de conciliación que entre otras muchas
cosas implican alargar permisos parentales, ayuda a la educación, igualdad de
acceso a puestos directivos, etc, etc.
Una empresa efr tiene de media unas 50 medidas
de conciliación. Las mejores más de 100.
Nuestros estudios demuestran que las
empresas mayores (>500 empleados) lo podrían hacer de manera generalizada
sólo con pequeños impulsos desde el Gobierno ¡con costes bajísimos!
Me refiero a cláusulas sociales en
contratación pública, pequeños “gestos” en Seguridad Social, y sobre todo,
apoyo en reputación desde el Gobierno. Estas son buenas empresas porque no
comprometen, porque asumen un rol social y complementa lo público.
En las pymes, el apoyo debería ser
mayor ya que buscamos respuestas generalizadas. Los descuentos en Seguridad
Social y Sociedades deberían ser mayores pero en ningún caso similares a lo que
el Estado podría costarle, si asumiera directamente la conciliación en ningún
caso superior a un 10% del coste público.
Creemos que no hay otra opción.
Necesitamos de la iniciativa privada. Esto implica manejar otro lenguaje
político, eso implica hablar de reputación, employer branding, engagement,
employee value proposition y otras muchas.
Es ceder parte del protagonismo de la
conciliación a la empresa después de todo les vamos a pedir que co-financie
parte o buena parte de las necesidades sociales en materia de conciliación ¿no?
será lógico escucharles, atenderles y si lo hacen bien premiarles ¿Cuál es el
problema?
Conciliator 2.0 has been here!!Que la fuerza os acompañe!
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