¿Es
posible encontrar en pleno siglo XXI un espécimen como nuestro querido macho
man? ¿Es posible trasladar de los 60-70’s a nuestros afamados personajes
interpretados por los Alfredos Landas, Andreses Pajares, etc?
Creemos
que no descubrimos nada nuevo si afirmamos que macho man existe, inasequible al
desaliento, inquebrantable frente a cuántas iniciativas legales y sociales se
pongan en marcha por el Gobierno de turno. Macho man ha vuelto, ¿o es que jamás
ha desaparecido?
Pero
tampoco nos engañemos. No esperemos a distinguir en nuestras organizaciones a
los mancho man de manera sencilla. No será tan fácil como descubrir una mata de
pelo negro en su torso descubierto hasta el tercer botón de su camisa, ni tan
siquiera por ser un piropeador o un atento observador de escotes y traseros(*)
No,
macho man, como ocurre con todos nuestros anteriores avatares laborales, es un
prototipo muy evolucionado que esconde sus propósitos bajo formas muy cuidadas.
Puede vestir de Armani y puede parecer muy progresista en sus gustos y
aficiones pero al final incorpora de serie unos valores machistas que se
resumen en el hecho de considerar profesionalmente inferiores a todas las
mujeres por el hecho de serlo.
¿Qué
sucede cuando a un macho man es dirigido por las pocas mujeres que están en los
altos puestos de dirección?
La
respuesta es tan grosera que no es reproducible ni siquiera por este humilde
autor tan “de pueblo”. Y es que cuando se le recrimina o se le inquiere un poco
más de sentido común y precisión, sus afirmaciones se moderan un tanto, pero
sólo en la forma, pudiendo ser del tipo “esa es que se comporta como un tío y
por eso ha llegado donde está”. Cosa que por cierto y para ser honestos es
bastante cierto.
Macho
man acepta perfectamente tener compañeras. Este no es el problema de base, el
problema es que las considera ¡INFERIORES!
¿Cuáles
son algunos de los aspectos más característicos del comportamiento laboral del
macho man?
- Rechaza la maternidad. Lejos
de interpretarla como un valor esencial que merece respeto y adaptación, para
él es una interferencia, una imperfección laboral, la maternidad no aporta
valor, todo lo contrario resta.
- Malinterpreta y desprecia aquellas
competencias laborales más asociadas al sexo femenino como la comunicación, la
empatía, la menor agresividad…. No entiende que aportan una visión
complementaria y enriquecedora. Tratará de aportarlas y cuando no le quede otro
remedio que escucharlas las despreciará como ineficaces y estúpidas.
- No cree en la existencia de una
feminización de la cultura laboral. El trabajo es de hombres y sólo aquellas
pocas mujeres que se masculinizan tienes su sitio.
- Interpreta erróneamente determinados
comportamientos de sus compañeras como el vestir, y en general el cuidado de la
apariencia física. La interpretación de macho man sería del tipo “se ponen
guapas par mí..” y claro a partir de aquí, es bastante evidenciar cuál va a ser
su comportamiento.
¿Cómo
es la conciliación para un macho man?
Obviamente
un “women matter”.
¡Los
macho man no concilian por favor!. Este es un asunto femenino y bajo su
particular punto de vista demuestra debilidad.
De
hecho este suele ser uno de los factores que sirven a los macho man para
ejercer su discriminación laboral. “Estas tías siempre con la conciliación a
vueltas más les valdría quedarse en casa y dejarnos a los tíos en el curro”.
Eso
sí, ni hablar, ni mucho menos, agradecer
a las mujeres que en su vida les han facilitado su progresión como su madre y
su pareja.
Pasan
muchas horas en el trabajo entre otras cosas porque la vida familiar y
doméstica les parece un rollo, nuevamente un asunto de mujeres.
Resumiendo,
si usted tiene como jefe a un macho man:
Si es hombre. Ni se les ocurra hablarle de
conciliación pero obviamente lo tendrá mucho más fácil que sí es mujer.
Si es mujer. En este caso quizás les permita
conciliar, ya que al fin y al cabo, “son cosas de mujeres” pero su desarrollo
profesional estará en franco riesgo ¡tratar de dejarlos atrás!.
(*) Nota del autor. A mi
me gusta más culo pero creo que esto se va a publicar en Capital Humano de la
que me han dicho que es muy profesional y un tanto “fina”
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