Recientemente hemos presentado un
trabajo realizado en el seno de empresas efr titulado 'Libro Blanco del
Teletrabajo' en España: Del trabajo a
domicilio a los e-workers. Un recorrido por la flexibilidad espacial, la movilidad
y el trabajo en remoto. (+Info en www.certificadoefr.org)
Esto me ha hecho reflexionar
sobre estos dos nuevos avatares, tan opuestos el uno del otro, que rivalizan
por proponer dos formas alternativas de ver el mundo de la empresa.
Es obvio quien va ganando.
Nuestras empresas siguen pobladas de presenciators, mientras que los
teletrabajators según las estadísticas oficiales los sitúan por debajo de 10%
en nuestro país. Rara Avis.
En los EE.UU sobre todo pero
también en Canadá, Australia y Norte de Europa la batalla se presenta más
reñida. Concretamente en los EEUU el porcentaje de teletrabajators supone ya el
50%!!
Si tuviéramos que enfrentar a
nuestros avatares de hoy en día, hablaríamos de un presenciator varón sin duda,
que ha superado los 40 y que entiende el curro como un compendio de relaciones
sociales, donde lo importante no es el rendimiento sino conocer a o caer bien
a…….la peña.
Teletrabajator por contra
responde a una cultura opuesta, encajaría más en el perfil de una mujer de 25 a
50 años, aunque cada vez es más frecuente entre jóvenes de ambos sexos, que
entiende el trabajo como una ocupación profesional a la que no le solicita
hacer amigos sino que su foco está en realizar al tarea, en el resultado.
Claro que los teletrabajators
cuentan con innumerables enemigos que acechan en la penumbra laboral y social
(para saltar sobre ellos y vilipendiarlos…..)
En sus casas. Sus parejas y
familias que no entienden que la casa pueda ser su lugar de trabajo, adviértase
que incluso una teletrabajator podría estar matrimoniada con un presenciator.
Dios mío!! situaciones como… Ahora que te veo, hay que ir al banco, o….porque
no nos vamos a tomar unas cañitas o los hijos con un mamá la merienda, o dónde
está mi equipación de baloncesto o…. cualquier otro pretexto para interrumpir
su trabajo.
Y es que…… tener delante a mamá o
a tu pareja y no hablarle de todo lo que necesitas inmediatamente es una
provocación inaceptable. Si quiere silencio que se vaya a la oficina, vamos! donde
por cierto será molestada por una multitud de presenciators en modo walkings
deads deambulando con el único afán de conseguir una reunión que se precie o
una cháchara en condiciones.
Y es que los teletrabajators lo
tienen difícil, porque más allá de si trabajan en casa o no, lo que molesta de
ellas es que lo hagan con eficacia, eficiencia y abnegación con lo bonito que
es ira la curro para …….. largar!!!
Por el contrario los
presenciators lo tienen todo en su favor…….como no les importa el rendimiento
ni la productividad sino las horas de oficina aunque sea la mitad de ellas
haciendo imitaciones de Chiquito de la Calzada o contando a voz en grito el
último reality televisivo, lo tienen todo ganado, porque claro……
Es lo que quiere el santo
sanctórum empresarial y hasta el propio gobierno!!! Que alarguemos la jornada
laboral eso sí sin importar resultados, ¡va! Eso es lo de menos pero qué
importa…..alguien va al curro a conseguir resultados?
Yo cada vez que oigo al gobierno
o al líder empresarial de turno hablar de que esto se arregla alargando la
jornada es que me estremezco y conmigo los pocos miles de teletrabajators que
me acompañan en la titánica tarea de explicar que esto no va de trabajar más
sino de hacerlo mejor.
Si preguntamos a un presenciator
en pleno apogeo de su pavoneo oficínico, mientras describe en la máquina de
café rodeado de atónitos compañeros, como va a ser la próxima restructuración
que por supuesto sólo él conoce, ¿Cuántas horas trabaja? Su respuesta sería
uff! Mínimo 12 hrs / diarias, ¡no puedo más! pero permítame analizar y
diseccionar.
2 hrs en desplazamiento,
que resume en un ¡cómo estaba la M-40!
2 hrs de
almuerzo. Ahí es su reino natural! Bien sea el comedor de la oficina o el
restaurante de al lado, presenciator se toma muy en serio este tipo de
acontecimiento….
1 hr repartidas
en 2-3 cafés diarios uno de ellos en el bar de enfrente que el de la máquina no
le parece suficiente!
1 hr de unas 10
interrupciones que sufre y/o provoca en la misma medida, porque al fin y al
cabo ¿es diver, no?
1 hr de alargue
innecesario de reuniones para comentar aspectos profesionales como que la de
marketing se ha separado, o que la nueva controller dispone de un escote sobre
el que hay que disertar ampliamente.
En definitiva, entre 6 y 8 hrs
improductivas que a nuestro teletrabajator le irrita porque ella currando 6 –
6,5 hras es capaz de sacar mucho más trabajo pero eso sí con una fama de asocial,
rara e impertinente que jamás conseguirá levantar.
Con un trabajo oculto a sus jefes,
muchos de ellos presenciators, y por supuesto a la alta dirección que no
dispone e indicadores para evidenciar este tipo de situaciones, oculto para sus
compañeros de departamento que no entienden su actitud y que sí ven a diario el
show de los presenciators “in live” y que quedan prendados y prendadas de sus
dotes de showman, de sus dotes sociales, de su
charm y que pocos cuestionan en términos empresariales.
Por eso es tan difícil “Be a
teletrabajator” porque la cultura española es totalmente contraria cosa que no
ocurre en absoluto en empresas de EEUU y de medio mundo, salvo que lleven el
suficientemente tiempo en España como para haber sido colonizadas por los
presenciators claro está……. porque no disponemos de herramientas para medir el
desempeño más allá de la presencia y de qué gracioso o que bien nos cae este
presenciator y qué sosa resulta aquella teletrabajatora.
Completamente de acuerdo!
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