viernes, 3 de diciembre de 2010

Un poco más de agobiator

Mi vida no tiene sentido, no aguanto más, hasta aquí hemos llegado, me doy de baja…..
Son algunas de las expresiones con las que nuestro avatar y buen amigo agobiator se desenvuelve a diario, y es que haciendo honor a su apellidos stressed vive en un continuo sin vivir.
Los agobiator conviven en nuestras empresas con el resto de especimenes laborales, pero con los que forman una pareja de baile casi perfecta es con los jefes controllaters.
Agobiator y controllater se complementan a la perfección, son dos caras de una misma moneda. Uno controla ejerciendo una supervisión al límite, y el otro, reaccionando la supervisión con estrés y ansiedad.
Pero en muchas ocasiones, los agobiators distan de ser profesionales productivos, muchos menos innovadores y creativos. La creatividad exige un determinado estado anímico y emocional, desde la ansiedad sólo se generan reacciones plenas, el cerebro queda bloqueado.
Desde lo más profundo del mismo, desde la amígdala desde este primitivo cerebro reptiliano, se envían potentes ondas cerebrales, que impiden al cerebro más evolucionado, los lóbulos prefrontales establecer razonamientos “lo que el corazón desea el cerebro se lo acaba mostrando” en palabras de mi amigo Mario Alonso, célebre doctor en medicina y afamado experto en management y liderazgo.
Así, la vida de un agobiator es un continuo sufrir, herpes labiales, problemas grastrointestinales, taquicardias,… de las que se alimentan los controlletor, cuan gasolina de alto octanaje.
Cuando los agobiators llegan a jefes se produce un contagio masivo del agobio al resto de su equipo, la ansiedad comienza a ser la compañera más duradera y segura, el estrés la música ambiente con la que se acompañan, y la duda constante su mejor consejera.
Los agobiators tienen serios hincapiés, pero la falta de planificación y organización suele ser lo más evidente. Todo les salpica, todo les sorprende, todo es inesperado. El resto del mundo tiene una profunda animadversión por ellos…todos se confabulan en su contra para………..¡complicarles la vida! ¡Cómo si no tuvieran otra cosa mejor que hacer!
Una cierta falta autocrítica les impide ver sus verdaderas deficiencias que no son otras que:
-          Una dificultad por dirigir y conducir sus vidas, para identificar lo verdaderamente importante, para distinguir lo vital de los superfluo, en definitiva para buscar la felicidad.
-          Dificultad para priorizar, como consecuencia de una limitada capacidad de análisis. No son capaces de separar el grano de la paja.
-          Dificultad para anticipar, para prevenir para evitar la sorpresa, para evitar el golpe. Su ausencia de visión espacial les impide elevarse y tomar distancia, su análisis es unidimensional y sus decisiones previsibles y siempre en el mismo plano.
¿Cómo distinguir a un agobiator en su organización? He aquí algunas pistas que sin duda le resultarán de interés para la localización
  1. Suelen tener herpes en la comisura labial.
  2. Se frotan (más que mesar) sus cabellos con fricción.
  3. Se mueven rápido, cercanos a la velocidad de la luz.
  4. Tratan de hacer muchas cosas a la vez, casi todo lo hacen mal.
  5. Escenifican su estrés moviendo los brazos y gesticulan como si hubieran estudiado arte dramático en el Actor’s Studio.
  6. Toman mucho café y en ocasiones fuman a tutiplé.
  7. Hablan muy deprisa en ocasiones de forma inteligible.
Si su vecino de mesa reúne 3 ó más de estas características, no lo dude ¡ES UN AGOBIATOR!

2 comentarios:

  1. Quizás concilliators y agobiators se podrían beneficiar de WorkMeter

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  2. Qué razón tienes!!!

    este es unos de los grandes problemas del país ... nuestra endémica falta de productividad!! le echaré un vistazo sin duda!! Conciliator sic

    pero dark opina...

    dejate de herramientas de consultor! aquí el que no curre ¡ a la p... calle!

    Disculpemos el soez lenguaje de nuestro amigo!

    nota del autor.

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