Encuentros con mi amigo Kunio Suzuki, japonés, entomólogo,
violinista y buena persona.
Siempre me ha apasionado la cultura nipona, capaz de lo
mejor (ikebana, kabuki, etc) y de lo peor (kamikazes, karoshi, etc) y algo ha sucedido
en los últimos días para que me haya vuelto a interesar por esta cultura (Japón
no es sólo un país, ni sólo una isla) en relación al tema que me ocupa y me preocupa
“la conciliación”.
No puede ser casualidad que algunos conceptos como el
karoshi (muerte en el lugar de trabajo por somatización del exceso) tengan
nombre japonés. Tampoco la última imagen proyectada por los medios de personas
japonesas, de avanzada edad, cometiendo delitos menores para ser encarcelados y
de paso socializar, pues no soportan su extrema soledad, o inclusom la más
clásicam que sitúa a Japón como país más envejecido del mundo con una tasa de
natalidad bajo mínimos.
¿Qué sucede por Japón? No sé si os sucederá como a mí que me
resulta poderosamente atractivo, la atracción de lo distinto, de lo desconocido.
Para ir aproximando, no existe el término conciliación de la
vida familiar y laboral en Japón, ¿Curioso, verdad?, ¿Será que no les interesa
conciliar? La verdad es que sí y, mucho, Las nuevas generaciones de japoneses y,
sobre todo japonesas, han abandonado roles tradicionales y disfrutan de un ‘way
of life’ muy ‘occidental’, pero lo incluyen en un concepto más amplio que
podríamos traducir como Reforma Laboral, ya que son plenamente conscientes de
que así no pueden continuar y buscan cambios.
Posicionemos el problema demográfico de Japón. Ahí va,
agarraros!!
Ahora son unos 127 MM, en el 2050 serán unos 99 MM (ojo! 28
MM menos) y las previsiones 2100 los sitúan en 42 MM, menos de la mitad actual.
Esto sí que es maximizar el problema eh! Lo nuestro parece quedar pequeño.
La causa final, el nudo gordiano de todo esto, parece ser la alta exigencia japonesa que, junto a
un fenómeno de competitividad global, les lleva a no saber parar a tiempo.
No había yo reparado que la exigencia podría estar detrás de
todo esto pero claro, observando a SONY, TOYOTA, HONDA. Algo debe haber para
que TOYOTA se haya convertido en el primer fabricante de automóviles en USA, ¡ojo!
que fueron fervorosos contrincantes allí por la 2ª Gran Guerra y todavía se
odian en muchos aspectos.
Qué sucede con la exigencia, con la competitividad llevada
al extremo, cuando además me comenta Kunio “estamos en un proceso de cambiar la
producción por los servicios”. Los japoneses cuando demandan un servicio, por
ejemplo comer en un restaurante, son superexigentes, y este principio
aparentemente tan positivo les lleva en un determinado porcentaje a la
catástrofe.
Habrá que cambiar, TOYOTA está ya en Japón desarrollando
novedosas fórmulas para la conciliación de sus empleados adelantándose una vez
más a las medidas gubernamentales.
No lo dudéis amigos japoneses y del resto del mundo, sino
queréis acabar esquizofrénicos o paranoides o… peor, será necesario contraponer a la exigencia y a
la competitividad desaforada un ESTILO DE LIDERAZGO HUMANISTA Y RESPETUOSO. ¿Lo
llamamos efr? ¿Liderazgo conciliador? ¿Nuevo humanismo? ¿Os
parece? No queda otra, continuaremos…
Conciliator 2.0 has been here!
Que la fuerza os acompañe!
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