Vivimos en un mundo complejo. No hay duda…
Sólo hay que darse una vuelta por la calle para percibir las diferentes visiones que las personas tienen de lo que debe ser su vida.
Y cómo no, esto de la conciliación es igualmente complejo. Uno empieza diciendo ‘Conciliación de la vida familiar y laboral’. Bien. Continúa diciendo ‘Conciliación de la vida personal, familiar y laboral’. Bien, bien. ‘Conciliación de la vida personal, familiar, con sus amigos y con el trabajo’. Bien, bien, bien. Y la frase va aumentando y, de repente, uno del fondo que está callado dice: ‘Y con las mascotas’. Y entonces un griterío ensordecedor se hace con la sala al grito de.... ‘Claro que sí, faltaría más, qué modernidad’
El viejo y sabio, QUILON DE ESPARTA, uno de los siete sabios de Grecia, ya hablaba de que entre las 3 cosas más difíciles para el ser humano, se encontraba aprender a cualificar bien el tiempo libre. Y es que, claro, con el tiempo libre y el ocio, uno puede hacer cualquier cosa, e incluso , cualquier estupidez.
Lo importante de la conciliación, y ya lo he dicho hasta la extenuación, no son los horarios, no es el tiempo libre… es ¿Qué haces con ese tiempo libre? Porque si eres un maltratador y, desde que concilias, maltratas más y mejor, parece obvio que la conciliación te ha sentado mal y no es la respuesta. Ahora bien, si con la conciliación consigues ser mejor persona, mejorar tu formación, hacer voluntariado, entonces… fenomenal!
Trascender, vida plena, aportar al bien común… es lo que de verdad importa.
Y ahora, volvamos con las mascotas.
No veo yo que las mascotas aporten mucho a este mundo. De hecho, en mi barrio podría triplicarse el nivel de perros, gatos y tortugas… y seguir siendo igual de tontunos.
Pero claro, los poseedores de mascotas se defenderían diciendo algo así: ‘Desde que este periquito ha llegado a mi vida…’ o ‘mi perro es mucho mejor “persona” que muchos…’ o ‘mi gato me tiene un amor incondicional’.
Nos ha jodido mayo con las flores y las ortigas… porque le das de comer, campeón!
Entendiendo que una mascota puede ayudar, y mucho, a las personas que están solas (la soledad es una de las peores enfermedades que te pueden suceder), no debemos poner en el mismo nivel de relevancia o importancia el conciliar para cuidar un bebé, apoyar a un padre dependiente o hacer voluntariado entregándose a los demás, que sacar a un perro a pasear…
Sé que hay cosas que enfadan pero es lo que hay. Esto de ser auténtico es una profesión de riesgo y una vez que te metes en ello no hay salida. Así que saquen sus perros a pasear, recojan sus excrementos, aprovechen las medidas de conciliación para pasear a sus mascotas pero… no se equivoquen. Si de solidaridad, de vida plena, de trascendencia , estamos hablamos, y yo quiero hablar de eso, no me comparen la visita al veterinario de su Golden Retriever con la visita al oncólogo con un familiar.
Conciliator 2.0 has been here
Que la fuerza os acompañe
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