viernes, 5 de octubre de 2018

¡Nos estamos volviendo locos!


¡Y buena parte de esa locura tiene origen en “lo laboral”!

Escuche el otro día que un afanado padre había olvidado a su hija bebé en el coche, se había ido a trabajar, y hasta que la madre no fue a la guardería a recogerla por la tarde, no se apercibieron que no estaba. Resultado, la pobre niña fallecida y una familia destrozada de por vida.

¡Comentaba en casa y con los amigos, si esto era ¿posible?! Si era una cosa absolutamente excepcional e irrepetible o … quizás no tanto.

Es un lamentable ejemplo de que no tenemos la cabeza donde hay que tenerla que por cierto es… ¡EN LO QUE REALMENTE IMPORTA!

A mí, la verdad no me parece tan raro “el olvido” y me parece más habitual y humano que a otros muchas. Obviamente lo que sorprende aquí es el resultado, esto es lo extraordinario.
Ojo, veamos algunos datos que por cierto comentaba el pasado martes día 4 en la Jornada Organización Saludables y laboralmente responsables organizada por nuestros amigos de Corresponsables con Marcos González a la cabeza.

En España, hay 3.600 suicidios año. Es decir, 10 al día y 1 cada 2,5 horas.

¿Sorprendente verdad? La pregunta que me hago y os hago es ¿Cuántos de ellos pueden tener una causa laboral?

¡Quizás no cómo única causa, pero si como una de las fundamentales pues para suicidarse te tiene que pasar de todo y… al cuadrado!

Los japoneses que han dado nombre al fenómeno extremo de la morbilidad laboral, Karoshi, registran unos 250 -300 muertes / año, pero claro los japos están to desfasados!
Les falta nuestra cerveza, nuestro sol y nuestras relaciones sociales ¿Verdad?

Si no nos vamos tan al extremo y hablamos de estrés, ansiedad, burn out, etc las cifras comienzan a ser muy alarmantes. Estas patologías constituyen la verdadera enfermedad silente del s.XXI que acaba manifestándose en fallo cardiovascular, ictus,  etc y que no siempre se registran como deben.
Resultado de imagen de estres

En España casi un 60% de la población laboral dice padecer estrés y ansiedad en su trabajo. ¡Un 59%! ¡Alucinante!

Un paso más allá, el síndrome burn out, que tanto preocupa a los franceses que recogen en sus cifras a 3 MM de trabajadores y que dio origen a la Ley el Khomri o de la desconexión digital.

No tengo cifras de burn out en España (si alguien las quiere compartir estaré muy agradecido) pero no distarán de un 10% de la población laboral, lo que arrojaría cifras de 1,6 – 1,7 mm. ¡Una barbaridad!

Y lo peor de todo es, que estas cifras es que van a seguir ¡empeorando!.

Allá va otra recogida de nuestro barómetro de la conciliación que elaboramos en colaboración con Cepsa. El consumo de ansiolíticos y antidepresivos ha crecido un 46,5% entre 2008 y 2015.

¡Maldita crisis! ¡Ah, y eso sin computar las compras en Internet o a la farmacia andorrana de turno! Y ya lo dice La Biblia, y ¡vendrán cosas peores!

La  competitividad extrema a la que muchos ya nos vemos abocados generará mayor intensidad at work, y de ahí a la ansiedad y estrés sólo hay un paso.
¿Qué podemos hacer?

Tratar de humanizar nuestras organizaciones, imponer un estilo de dirección y management alternativo, de carácter antropológico y con foco en la persona.

¿Y qué puedo hacer por ti? Es un buen inicio para una compañía efr ¿verdad?

¡Conciliator 2.0 has been here!

¡Que la fuerza os acompañe!


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