¿De qué hablamos?
Se trata de anular la Directiva 2000/84/CE del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 19 de enero de 2001, relativa a las disposiciones
sobre la hora de verano, vigente desde 1984 lo que implicaría no realizar los
cambios de horario en otoño y primavera que en el caso español implicaban pasar
de GMT+1 a GMT+2 y viceversa.
¿Cuál es la posición desde la perspectiva de la
conciliación?
En primer lugar, recordar que la conciliación tal y como la
entendemos, reside en una serie de factores clave, entre ellos el liderazgo, la
cultura de la organización y la gestión destacando a su vez la medición de
resultados, y nada de esto se va a ver afectado en un sentido u otro por el
anunciado cambio de hora. Los malos jefes y jefas van a continuar impasibles,
se despierten a las 7 a.m con sol o de noche, o incluso, .. si no se despiertan.
¿En qué puede afectarnos?
Desde una perspectiva de salud, existe un posicionamiento
bastante generalizado de que las personas funcionan mejor personal y
profesionalmente, cuando los ritmos circadianos se ajustan con la luz solar. Es
decir, lo que siempre ha hecho la humanidad, despertarse al amanecer y
acostarse al anochecer.
Desde esta perspectiva médica, el horario más “adecuado”
para buena parte de la península ibérica (a excepción de la costa este y las
Islas Baleares) sería GMT o Greenwich.
Estos planteamientos en una posición geográfica como la de
la Península Ibérica son complejos pues dependen de la estación o momentos del
año. Recordemos que el 21 de diciembre podemos tener como máximo 9 horas de luz
y, sin embargo, el 21 de junio tener 16 horas, es decir, una diferencia de ¡7
horas! a lo largo del año.
Así, si fuéramos neolíticos en invierno curraríamos 6 – 7
horas (pues hay que ir y venir) y en verano 13-14 horas, cosa que no hacemos o
más bien,… hacemos al revés.
Por tanto, el discurso de salud queda un tanto minimizado,
cosa que no sucede por ejemplo en Helsinki o Bogotá. Hagamos lo que hagamos, va
a haber una parte del año que iremos o volveremos de noche al trabajo nos
pongamos como nos pongamos, y otra en verano, en la que nuestra vida transcurre
con mucha luz solar, y lo difícil es…. trabajar de noche!.
Este debate que ahora comienza, en qué huso horario nos
quedamos, es distinto al mero hecho de paralizar los cambios de hora en otoño y
primavera.
Si bien un enfoque médico o de salud nos podría llevar a un
horario GMT, no es el único. La industria del ocio y turismo apuesta por lo
general por un atardecer tardío, por tanto, difícil consenso.
Otro factor a considerar es la posibilidad de desalinearnos
con Francia y resto CentroEuropa. En el caso de que estos países eligieran un
horario como GMT+1, el más previsible para Francia y nosotros GMT+2 o GMT
deberíamos cambiar la hora al cruzar los Pirineos o viajar a Bruselas por
ejemplo.
No obstante, parece que Alemania apuesta por GMT+2 o sea que al final
no cambiaríamos de hora para ir a París pero sí para ir a Berlín.
¿Y si votamos?
Craso error my friend…
Cada uno va a expresar sus preferencias sin atender al bien
común o general, y vamos a tener un guirigay bastante importante.
Menos aún, dejar en manos de la CCAA esta decisión de lo
contrario preparémonos a cambiar la hora de Logroño a Zaragoza y de Zaragoza a
Lérida.
¿Se atisba solución?
El Gobierno actual promoverá entiendo yo el diálogo (marca
de la casa) y generará un lío del 14, para finalmente aceptar la única solución
viable que no nos lleve a un “conflicto armado” en España. Adoptar el horario de invierno o GMT+1 como solución intermedia o menos
mala.
De esta forma, los levantinos, catalanes y baleares se
quejarían pues prefieren GMT+2 y muchos
gallegos y gentes del Western también, pues preferirían GMT pero así,…. Todos
contentos o … todos fastidiados.
En resumiendo, …
Anular la Directiva que rige el cambio de horario de otoño y
primavera no va a hacer que se concilie ni más ni menos… Tampoco va a eliminar
ningún tonto así que expectativas las justas.
El debate tras ello es… con que horario nos quedamos. De las
tres opciones sensatas GMT, GMT+1 y GMT +2, elegiremos la del medio como
solución transaccional y menos mala.
En España, hagamos lo que hagamos y salga el sol… por
Antequera seguiremos conciliando entre mal y muy mal porque el problema es el
liderazgo y nuestra cultura empresarial y no, el pobre Lorenzo que sale por el
este y se oculta por el oeste, por lo menos hasta ahora.
Conciliator 2.0 has been here!
Que la fuerza os acompañe!
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